Como comentamos en nuestro artículo acerca de la Moratoria aprobada por la Comunidad Balear, la carrera que las Islas Baleares han tomado para ser la referencia de Turismo Sostenible implica una suspensión al otorgamiento de licencias turísticas, de 4 años, hasta que cada Isla decida el número máximo de licencias a otorgar siempre que no sea superior al número ya existente.
Pero, ¿están todos los tipos de edificios incluidos? La respuesta es no.
Justamente, la normativa parece indicar una excepción que apunta a los edificios catalogados.
¿Qué son los edificios catalogados?
Los edificios catalogados son aquellos que están protegidos por sus valores históricos, artísticos y que cualquier obra que se vaya a realizar necesita de autorización previa por la Administración.
Mallorca, por ejemplo, desde 1996 contaba con unos 500 edificios catalogados por su significado histórico, arquitectónico o artístico, siendo su última ampliación en 2019 aumentándose en un 30% por la adición de 155 edificios más, tales como el Cine Rivoli o el viejo Cine Doré; los colegios San Cayetano o Madre Alberta, el edificio del Club Marítimo El Molinar, el edificio de Última Hora, el Cafè Líric, el Mallorca Tenis Club o el Hostal Baleares.
“Enmienda de Manacor”: la excepción
El motivo de la excepción obedece a la enmienda que el PSIB propuso y el PSOE introdujo, conocida como la “enmienda de Manacor”. Dicha enmienda fue introducida en la normativa gracias a la votación de PSIB, el Pi, Cs y la abstención del PP.
La enmienda aprobada contempla la posible aprobación de 200 plazas turísticas en aquellos hoteles catalogados como edificios de importancia histórica o arquitectónica.
Por lo tanto, la moratoria de plazas turísticas no afecta a los edificios catalogados o que tengan la consideración de Bien de Interés Cultural siempre que estén ubicados en zona urbana, cuyo principal motivo obedece favorecer proyectos de pequeño tamaño en municipios de las Islas a la vez que se busca preservar el patrimonio cultural y patrimonial de las Islas.
Además, la enmienda va acompañada de otra en la que se limita el número de plazas que quedarían fuera de la moratoria: 200 en Mallorca, 100 en Menorca y Eivissa y 50 en Formentera, es decir, un total de 450.
No obstante, su ejecución y aplicación se hará siempre que los respectivos Consells Insulars no acuerden una reducción de las plazas permitidas en su ámbito territorial y en el plazo de tres meses desde la entrada en vigor de la ley.
Mallorca: no admite esta excepción
El Consell Insular de Mallorca, en ejercicio a su opción de crear hasta 200 plazas turísticas, aprobó el mes pasado la no aprobación de ninguna plaza turística.
Así, no permitirá ninguna plaza turística nueva en edificios catalogados mientras dure esta moratoria autonómica, rechazando de esta forma la excepción que contemplaba la propia norma.
En palabras de Neus Truyol, teniente de alcalde de Modelo de Ciudad:
«Este equipo de gobierno está convencido de que cabe trabajar para acabar con la masificación turística»
Y es que, en aras a la coherencia del propósito de este Gobierno en convertir las Islas Baleares en un ejemplo de Turismo Sostenible, se reafirmó:
«El decrecimiento es imprescindible para recuperar una cierta normalidad en la ciudad, tanto por lo que se refiere a la convivencia como de modelo de ciudad», porque la «masificación turística es negativa para otros sectores económicos de la ciudad».
Sólo el tiempo dirá si estas medidas son acertadas o no, debiendo ponderar, tras el paso de cuatro años, como ha incidido en el medioambiente, en la calidad de vida de los habitantes de las Islas y, sobre todo, qué tipo de impacto y en que intensidad ha tenido en la economía balear, basada en su mayor parte en el turismo, y por ende, estrechamente ligada con las licencias turísticas.